En los últimos cinco años, en Colombia se han movilizado alrededor de US$1.104 millones en emprendimientos, acorde con las cifras de iNNpulsa. Se invierten alrededor de $270.000 millones en financiación privada, y de esta cantidad, 79,4% de los recursos son capital de riesgo, mientras que 20% proviene de ángeles inversionistas y otras fuentes explica un reporte de Colombia Fintech.
Partiendo de este escenario y con base en que en el primer trimestre de 2021 aumentó 9,3% la creación de empresas en el país (96.431 nuevas unidades), según datos de Confecámaras, es necesario conocer las necesidades y fortalezas que debe tener un emprendedor o dueño de proyecto al momento de buscar financiación en una ronda de capital o de inversión.
Ricardo Mora, CEO de Ruah 60+, un emprendimiento especializado en servicios de gestión y acompañamiento para personas mayores de 60 años y que ha tenido éxito en sus últimas dos rondas de inversión, explicó que hay diferentes formas de asegurar que los fondos destinen recursos a los proyectos.
En primer lugar, los proyectos postulados que aspiren a recaudar fondos deben considerar y consolidar su componente social para mejorar la calidad de vida de los usuarios. Como segundo aspecto, es vital tener claro el modelo financiero, de modo que esté presente la mayor cantidad de información, detallada y específica, en temas como fuentes de financiación, riesgos de la inversión, sensibilidad del modelo financiero y los egresos; esto con miras a que no se presenten futuros problemas para llegar al punto de equilibrio de la idea ejecutada.
Por medio de estas estrategias, la compañía ha logrado que 40% de sus acciones hayan sido adquiridas por inversionistas como Mauricio Hoyos Holguín, empresario que forma parte de Shark Tank, y se han propuesto la meta de pasar de 1.500 a 7.500 clientes al finalizar 2021.
La compañía Sempli, enfocada en la financiación y préstamos para Pyme, explicó a su turno, que han asegurado más de US$30 millones con inversiones que provienen de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID LAB), Oikocredit, Incofin cvso y de aliados de deuda como Bancóldex, Triple Jump, Comfama, RutaN y Alphamundi, desde su creación.
El CEO y cofundador de la compañía, Esteban Velasco, afirmó que han destinado US$42 millones a empresarios y emprendedores colombianos.
Velasco mencionó que para asegurar inversores en una ronda de capital es fundamental que el equipo de fundadores de la empresa no descuide su operación y sepa cuáles son los objetivos a alcanzar.
Resaltó que también que es importante que la empresa tenga claro el perfil del inversionista que está buscando. “Debe buscar un inversionista que se adecúe al estilo de la compañía, al propósito de la misma y a su intención de crecimiento”, agregó el directivo.
Mora agregó a este punto que es necesario tener definido el destino de los recursos y el plan a realizar, ya que sumado al networking y a la puesta en marcha, pueden ser factores que proporcionen estructuración al proceso de financiación.
Por otro lado, teniendo en cuenta los objetivos de reactivación económica, consecuencia de la pandemia, hay fintech que se han enfocado a préstamos para las microempresas y Pyme del país, razón por la que han aspirado a recursos en rondas de inversión tanto nacionales como internacionales.
Tal es el caso de la fintech Solventa. Su CEO, Hernán Arcioni, dejó en claro que apuntan a montos de inversión de las rondas de capital que superan US$30 millones, con el fin de direccionar estos recursos a personas independientes y a Pymes para la reactivación.
Construir capital reputacional es otra de las enmiendas a tener en cuenta a la hora de asegurar inversión, independiente de etapa en la que se encuentre el proyecto.
Así lo afirmó Pablo Santos, CEO de Finaktiva, quien explicó que “esto se logra haciendo las cosas bien y sabiendo comunicarlas a los diferentes grupos de interés”.
Santos mencionó que el perfilamiento de los inversionistas potenciales es otro ítem clave. Allí opinó que en las etapas más tempranas, las fuentes de financiación más comunes se encuentran entre familiares, amigos, conocidos, aceleradoras o fondos de fomento. En etapas intermedias, ángeles inversionistas, family offices y algunos fondos VC; y ya para las etapas más avanzadas se encuentran los fondos de capital privado, y bancos de inversión.